Primeros auxilios

Primeros-auxilios-y-prevencion-de-accidentes-laborales

Primeros Auxilios en el Trabajo

Los primeros auxilios no son solo un conjunto de técnicas; son una mentalidad, una preparación y, sobre todo, un acto de humanidad. En el entorno laboral, donde pasamos una gran parte de nuestro día, estar preparados para lo inesperado no es una opción, es una responsabilidad compartida.

¿Qué Son Realmente los Primeros Auxilios? Más Allá de las Vendas y Tiritas

Cuando la gente oye "primeros auxilios", a menudo piensa en un pequeño corte o un esguince leve. Pero es mucho más. Los primeros auxilios son la asistencia inmediata y temporal que se presta a una persona que ha sufrido un accidente o una enfermedad súbita, hasta que pueda recibir atención médica profesional o se recupere.

Los objetivos fundamentales son claros y vitales, algo que en el campo llamamos "Las 3 P":

  • Preservar la vida: Este es el objetivo primordial. Todas nuestras acciones iniciales deben ir encaminadas a evitar que la víctima muera.
  • Prevenir el empeoramiento de las lesiones: Una vez estabilizada la amenaza vital, debemos evitar que las lesiones existentes se agraven o que surjan nuevas complicaciones.
  • Promover la recuperación: Esto incluye aliviar el dolor, proporcionar confort y ayudar a la víctima a sentirse segura hasta que llegue ayuda especializada.

En mi experiencia, he visto cómo una simple maniobra de desobstrucción de la vía aérea realizada por un compañero de trabajo salvó una vida antes de que nuestra unidad llegara. También he visto cómo la falta de acción, a menudo por miedo o desconocimiento, ha tenido consecuencias trágicas. Por eso estoy aquí hoy, para desmitificar y empoderar.

La "Hora Dorada" y la Cadena de Supervivencia: Porque Cada Segundo Cuenta

En el mundo del rescate, hablamos mucho de la "Hora Dorada". Es ese periodo crítico, aproximadamente los primeros 60 minutos tras un traumatismo grave, donde la intervención médica rápida tiene la mayor probabilidad de evitar la muerte. Los primeros auxilios son el primer eslabón de esa cadena.

La cadena de supervivencia, especialmente en casos de paro cardíaco, ilustra esto perfectamente:

  1. Reconocimiento temprano y activación del sistema de emergencias: Identificar que algo grave está pasando y llamar inmediatamente a los servicios de emergencia (112, 911, o el número local).
  2. RCP (Reanimación Cardiopulmonar) precoz: Iniciar compresiones torácicas de calidad lo antes posible.
  3. Desfibrilación rápida: Usar un Desfibrilador Externo Automático (DEA) si está disponible.
  4. Soporte vital avanzado efectivo: La llegada de los servicios médicos de emergencia.
  5. Cuidados post-parada cardíaca integrados: Tratamiento hospitalario especializado.

Como pueden ver, los primeros tres eslabones pueden, y a menudo deben, ser iniciados por personas como ustedes en el lugar de trabajo antes de que lleguemos los profesionales. Su acción es vital.

El Protocolo PAS: Tu Guía de Actuación en Cualquier Emergencia

Ante una emergencia, es normal sentirse abrumado. El pánico puede paralizar. Por eso, memorizar un protocolo sencillo como el PAS (Proteger, Avisar, Socorrer) es fundamental. Es la brújula que nos guía en medio del caos.

1. Proteger (La Seguridad Ante Todo)

Antes de precipitarse a ayudar, ¡PARA! Evalúa la escena. ¿Es seguro para ti acercarte? ¿Hay riesgos adicionales (tráfico, electricidad, productos químicos, riesgo de derrumbe)? Un rescatista herido no ayuda a nadie. Tu seguridad es la prioridad número uno. Si la escena no es segura, no entres. Espera a los equipos especializados.

Proteger también implica asegurar a la víctima y a otros presentes, si es posible y seguro hacerlo. Por ejemplo, señalizar un accidente en una zona de paso, cortar la corriente eléctrica si es la causa, etc.

Nota del Rescatista: He visto demasiados casos donde un "buen samaritano" se convierte en una segunda víctima por no evaluar los riesgos. Tómate esos segundos vitales para pensar. Si hay dudas, no te expongas.

2. Avisar (Pedir Ayuda Profesional)

Una vez que la escena es segura (o has decidido que no puedes intervenir directamente y te has puesto a salvo), el siguiente paso crucial es alertar a los servicios de emergencia. Llama al número de emergencia local (por ejemplo, 116 bomberos en Peru, 112 en Europa, 911 en EE. UU.).

Al llamar, mantén la calma y proporciona la siguiente información de forma clara:

  • Tu nombre y número de teléfono desde el que llamas.
  • Ubicación exacta del incidente (dirección, puntos de referencia, planta, departamento).
  • Tipo de emergencia (accidente laboral, caída, intoxicación, etc.).
  • Número de víctimas y estado aparente (consciente/inconsciente, respira/no respira, sangra mucho, etc.).
  • Peligros presentes o potenciales (fuego, productos químicos, etc.).
  • Qué se está haciendo por la víctima.
¡No cuelgues hasta que el operador te lo indique! Pueden darte instrucciones vitales por teléfono. En el entorno laboral, también avisa a los responsables de seguridad o brigadistas internos designados.

3. Socorrer (Aplicar los Primeros Auxilios)

Solo después de proteger y avisar, y si estás capacitado, procede a socorrer a la víctima. Aquí es donde entran en juego tus conocimientos de primeros auxilios.

Lo primero es realizar una evaluación primaria de la víctima:

  • Consciencia: Acércate con cuidado. Pregunta en voz alta: "¿Estás bien? ¿Me oyes?". Sacude suavemente sus hombros.
  • Vía Aérea (A): Si no responde, abre la vía aérea con la maniobra frente-mentón. Esto evita que la lengua obstruya el paso del aire.
  • Respiración (B - Breathing): Manteniendo la vía aérea abierta, acerca tu oído a su boca/nariz y mira el pecho (Ver, Oír, Sentir la respiración) durante no más de 10 segundos.
    • Si respira normalmente: Colócala en Posición Lateral de Seguridad (PLS) si no hay sospecha de lesión de columna, y vigila su respiración hasta que llegue la ayuda.
    • Si no respira o respira de forma agónica (boqueadas): Inicia RCP inmediatamente si estás entrenado.
  • Circulación (C - Circulation) y Control de Hemorragias Graves: Busca signos de hemorragias externas masivas. Si las hay, contrólalas aplicando presión directa. (La evaluación del pulso ya no es prioritaria para legos; la ausencia de respiración normal es el indicador para iniciar RCP).

Posteriormente, si la situación lo permite y la víctima no tiene una amenaza vital inmediata, se puede realizar una evaluación secundaria, buscando otras lesiones (cortes, quemaduras, fracturas, etc.) de cabeza a pies.

El Botiquín de Primeros Auxilios: Tu Aliado Indispensable

Un botiquín bien surtido y accesible es tan crucial como el conocimiento. No sirve de nada saber qué hacer si no tienes las herramientas. Cada lugar de trabajo debe tener uno, y su contenido debe ser revisado y repuesto periódicamente.

Un botiquín básico de empresa debería contener, como mínimo:

  • Guantes desechables (nitrilo o vinilo, varios pares).
  • Mascarilla para RCP (con válvula unidireccional).
  • Gasas estériles de diferentes tamaños.
  • Vendas elásticas de diferentes anchos.
  • Esparadrapo hipoalergénico.
  • Tiritas (curitas) de varios tamaños.
  • Toallitas antisépticas (sin alcohol para heridas, con alcohol para desinfectar material).
  • Solución salina estéril o suero fisiológico (para lavar heridas o los ojos).
  • Tijeras de punta redonda.
  • Pinzas (para extraer astillas pequeñas).
  • Manta térmica.
  • Bolsas de frío instantáneo.
  • Manual básico de primeros auxilios.
Importante: El botiquín NO debe contener medicamentos (analgésicos, antiinflamatorios, etc.), a menos que sean prescritos específicamente para un trabajador y bajo supervisión médica. Administrar medicamentos sin autorización puede ser peligroso y tener implicaciones legales.

Asegúrate de que todos en el trabajo sepan dónde está el botiquín y quién es el responsable de su mantenimiento.

Actuación Ante Situaciones Comunes en el Trabajo:

Desde mi experiencia, estas son algunas de las emergencias más frecuentes en entornos laborales y cómo actuar:

1. Heridas y Hemorragias:

Desde un corte con papel hasta una amputación, el control de la hemorragia es clave.

  • Protégete: Usa guantes siempre.
  • Presión Directa: Aplica presión firme y constante sobre la herida con una gasa estéril o un paño limpio. Si la sangre empapa la primera gasa, no la retires; añade más encima.
  • Elevación: Si es una extremidad y no hay sospecha de fractura, elévala por encima del nivel del corazón.
  • Presión Indirecta (Puntos de Presión): Si la hemorragia es severa y no se controla con presión directa y elevación, se puede aplicar presión sobre la arteria principal que irriga la zona (braquial para el brazo, femoral para la pierna). Esto requiere entrenamiento.
  • Torniquete: SOLO como último recurso en hemorragias exanguinantes que amenazan la vida y no se controlan por otros medios, y únicamente si estás entrenado en su uso. Anota la hora de colocación.

2. Quemaduras:

Pueden ser térmicas (fuego, líquidos calientes), químicas o eléctricas.

  • Seguridad primero: Asegúrate de que la fuente de la quemadura ya no es un peligro (apaga el fuego, corta la electricidad, neutraliza el químico si sabes cómo y tienes protección).
  • Enfriar (quemaduras térmicas): Aplica agua fresca (no helada) sobre la zona quemada durante al menos 10-20 minutos. Esto reduce el dolor y la profundidad de la quemadura.
  • Cubrir: Cubre la quemadura con una gasa estéril o un paño limpio y seco. No uses algodón.
  • NO apliques: Mantequilla, aceite, pasta de dientes u otros remedios caseros. No revientes las ampollas.
  • Quemaduras químicas: Irrigar abundantemente con agua durante al menos 20 minutos, quitando la ropa contaminada (con guantes). Identifica el químico si es posible.
  • Quemaduras eléctricas: NO toques a la víctima hasta que la corriente esté cortada. Busca dos puntos de quemadura (entrada y salida) y considera la posibilidad de lesiones internas graves y paro cardíaco. Requieren atención médica urgente siempre.

3. Fracturas, Esguinces y Luxaciones:

La clave es la inmovilización.

  • NO intentes recolocar un hueso o articulación deformada.
  • Inmoviliza: Mantén la extremidad lesionada en la posición en que la encontraste. Puedes usar férulas improvisadas (tablillas, cartón enrollado, revistas) acolchadas y sujetas con vendas (sin apretar demasiado para no cortar la circulación).
  • Frío local: Aplica una bolsa de frío envuelta en un paño para reducir la hinchazón y el dolor (en periodos de 15-20 minutos).
  • Elevación: Si es posible y no causa más dolor, eleva la extremidad.

4. Atragantamiento (Obstrucción de la Vía Aérea por Cuerpo Extraño - OVACE):

Un clásico en comedores o por pequeños objetos.

  • Si la persona tose con fuerza, anímale a seguir tosiendo. No interfieras.
  • Si no puede toser, hablar o respirar, o se lleva las manos al cuello (signo universal):
    • Adulto/Niño consciente: Realiza la Maniobra de Heimlich. Colócate detrás, rodea su cintura con tus brazos. Cierra un puño y colócalo entre el ombligo y el esternón. Con la otra mano, agarra tu puño y realiza compresiones bruscas hacia adentro y hacia arriba. Repite hasta que expulse el objeto o quede inconsciente.
    • Si queda inconsciente: Inicia RCP, comenzando con compresiones torácicas. Cada vez que abras la vía aérea para ventilar, busca el objeto en la boca y extráelo si es visible y accesible.
    • Mujeres embarazadas u personas muy obesas: Las compresiones se realizan en el centro del pecho (como en RCP).

5. Desmayo o Síncope:

Pérdida breve de la consciencia.

  • Acuésta a la persona boca arriba y eleva sus piernas unos 30 cm (si no hay lesiones).
  • Afloja la ropa apretada.
  • Asegura una buena ventilación.
  • Comprueba que recupera la consciencia rápidamente. Si tarda más de un par de minutos o tiene otros síntomas (dolor de pecho, dificultad para respirar), llama a emergencias.

6. Convulsiones:

  • Protege a la persona de lesionarse: Retira objetos cercanos con los que pueda golpearse. Coloca algo blando bajo su cabeza si es posible.
  • NO intentes sujetarla o meterle nada en la boca.
  • Cuando la convulsión cese, si está inconsciente pero respira, colócala en Posición Lateral de Seguridad.
  • Controla el tiempo que dura la convulsión. Llama a emergencias, especialmente si es la primera vez, dura más de 5 minutos, se repite, o la persona no recupera la consciencia.

RCP y Uso del DEA: Salvando Vidas Cuando el Corazón se Detiene

La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y el Desfibrilador Externo Automático (DEA) son, sin duda, dos de las herramientas más poderosas que un primer interviniente puede tener. En mi carrera, he llegado a escenas donde la RCP iniciada por un testigo ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte.

Si encuentras a alguien inconsciente y que no respira normalmente:

  1. Asegura la escena y pide ayuda inmediatamente (llama a emergencias). Si hay alguien más, que esa persona llame y busque un DEA.
  2. Inicia compresiones torácicas: Coloca el talón de una mano en el centro del pecho de la víctima (sobre el esternón). Coloca la otra mano encima y entrelaza los dedos. Con los brazos rectos, presiona hacia abajo unos 5-6 cm a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto (al ritmo de la canción "Stayin' Alive"). Permite que el pecho se reexpanda completamente entre compresiones.
  3. Si estás entrenado en ventilaciones: Después de 30 compresiones, administra 2 ventilaciones (boca a boca, usando una mascarilla si está disponible). Asegúrate de que el pecho se eleve. Si no estás entrenado o no te sientes cómodo, realiza RCP solo con compresiones de forma continua.
  4. Uso del DEA: Tan pronto como llegue el DEA, enciéndelo y sigue las instrucciones de voz. Coloca los parches como se indica en el dispositivo o en los propios parches. Si el DEA indica una descarga, asegúrate de que nadie esté tocando a la víctima y pulsa el botón. Continúa RCP inmediatamente después de la descarga según las indicaciones del DEA.

"La RCP de calidad y la desfibrilación temprana son los pilares para aumentar las tasas de supervivencia en un paro cardíaco extrahospitalario. Cada minuto sin RCP ni desfibrilación reduce las posibilidades de supervivencia en un 10%."

La formación regular en RCP y uso del DEA es esencial. Estos conocimientos se pierden si no se practican.

Aspectos Psicológicos y Legales:

Actuar en una emergencia puede ser estresante. Es normal sentir miedo, ansiedad o incluso culpa después. Hablar sobre la experiencia es importante. Muchas empresas ofrecen apoyo post-incidente.

En cuanto a lo legal, la mayoría de los lugares cuentan con leyes del "Buen Samaritano" que protegen a quienes ayudan de buena fe en una emergencia, siempre que actúen dentro de los límites de su formación y no de forma negligente. La principal negligencia sería no hacer nada o abandonar a la víctima una vez iniciada la asistencia sin una causa justificada o sin que llegue ayuda profesional.

La Clave del Éxito: Formación, Formación y Más Formación

Podría pasar horas contándoles anécdotas y técnicas, pero nada sustituye a la formación práctica y certificada. Leer un artículo es un gran primer paso, pero sentir cómo se realizan las compresiones en un maniquí, practicar la maniobra de Heimlich o aprender a colocar una venda correctamente es insustituible.

Animo a todas las empresas a invertir en programas de formación en primeros auxilios para sus empleados. Y a cada uno de ustedes, a tomar la iniciativa de capacitarse. No es solo por cumplir una normativa; es por la seguridad y el bienestar de todos.

Un rescatista bien entrenado puede ser la diferencia. Un compañero de trabajo bien entrenado es un ángel guardián en potencia.

Eres el Primer Eslabón

Los primeros auxilios en el lugar de trabajo no son una tarea más; son una habilidad para la vida que trasciende las paredes de la oficina o la fábrica. Es la capacidad de ofrecer una oportunidad a alguien en su momento de mayor vulnerabilidad.

Como rescatista, sé que no siempre podemos ganar todas las batallas. Pero también sé que con preparación, conocimiento y la voluntad de actuar, podemos inclinar la balanza a favor de la vida. No subestimes el poder que tienes. Infórmate, fórmate y mantén la calma. Tú puedes ser ese primer eslabón crucial en la cadena de supervivencia.

Recuerda, la seguridad es tarea de todos. Y en una emergencia, el primer respondiente más importante es quien está más cerca. ¡Prepárate para serlo!

Sobre el autor: Oldevide Consultores es una empresa de consultoria en seguridad y salud en el trabajo, tiene en su equipo de trabajo a miembros del CGBVP, profesionales paramedicos, ingenieros de diferentes especialidades, todos con experiencia en la gestion y supervision de seguridad y prevencion de riesgos laborales.

Artículo Anterior Artículo Siguiente